Nos dirigimos hacia el mar, y en él
nos somos con prestancia. Hemos hallado motivaciones con glorias infinitas.
Nos diremos que el porqué tiene que
ver con la emoción: ya somos. Nos entretenemos. Hemos avisado. Nos
comentaremos.
Las llanuras nos hacen solitarios,
y en ellas nos comprometemos a estar donde la existencia es ida y vuelta. Nos
queremos.
Hemos de apretar donde es posible,
y hemos de ser donde nos ubicamos. Nos metemos en un mundo nuevo.
Las diligencias son mayúsculas. Nos
hemos de proponer estar. Nos presumiremos con caricias nobles. Nos añadiremos.
Juan TOMÁS FRUTOS.
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